Yessenia & Juan Carlos

Yessenia & Juan Carlos

August 25, 2024 • Salem, OR
Yessenia & Juan Carlos

Yessenia & Juan Carlos

August 25, 2024 • Salem, OR

Our Story

Salem, Oregon.

November 23, 2019

Salem, Oregon.
Mary's Peak, Oregon.

March 09, 2020

Mary's Peak, Oregon.
Hug Point State Recreation Site, Oregon.

August 07, 2020

Hug Point State Recreation Site, Oregon.
Flamenco Beach, Isla Culebra, Puerto Rico.

September 14, 2021

Flamenco Beach, Isla Culebra, Puerto Rico.
Guanajuato City, Guanajuato, Mexico.

June 16, 2022

Guanajuato City, Guanajuato, Mexico.
Salem, Oregon.

October 30, 2022

Salem, Oregon.
Barra de Navidad, Jalisco, Mexico.

March 25, 2023

Barra de Navidad, Jalisco, Mexico.
Avenue de Camoens, Paris, France.

October 23, 2023

Avenue de Camoens, Paris, France.
Arc de Triomphe, Paris, France.

October 24, 2023

Arc de Triomphe, Paris, France.

POV: LA NOVIA



No hay un momento exacto en que recuerdo haber conocido a Carlos porque él siempre fue parte de mi vida. Crecimos asistiendo a la misma iglesia desde pequeños y eso fue lo que nos conectó. 


En el verano de 2015, aprendí que Carlos y yo compartimos el mismo placer de contemplar los atardeceres. Un sábado por la noche los jóvenes organizaron una fogata en el campo de la iglesia y recuerdo que en ese tiempo estaba obsesionada 
con las estrellas y las constelaciones. Esa noche estaba observando las estrellas y de repente Carlos se acercó para preguntarme qué estaba mirando. Le expliqué, y pronto los dos estábamos mirando hacia el cielo oscuro. Se quedó allí conmigo, platicando y alli fue cuando noté que nuestras conversaciones fluían muy naturalmente.


En otra ocasion fuimos a una caminata para ver una cascada y según yo, era la guía del grupo, pero pronto me perdí. Mientras estábamos caminando por el bosque intentando encontrar el camino correcto, Carlos y yo nos adelantamos porque pensábamos que escuchábamos la cascada. De repente yo me tropecé y me caí sobre un tronco de árbol. No sé si grité o si Carlos escuchó mi golpe, porque a los cuantos segundos ya estaba a mi lado, ayudándome. Recuerdo que tenía ganas de llorar por el golpe, pero Carlos me dijo Yessi tienes todo un bosque en tu pelo y me empezó a sacar unas ramas del pelo, y a los segundos me tenía riendo.


Carlos tiene ese talento, me hace reír cuando en vez quiero llorar y eso es seguido! Jajaja. Y cuando la vida me ha dado golpes, él está allí para levantarme.


Se puede decir que nuestra historia de amor en realidad empezó el verano del 2019, pero creo que siempre supe que Carlos sería una persona muy especial para mí.


Eran los últimos días de agosto del 2019, cuando Carlos y yo nos volvimos a ver. Yo apenas había regresado a casa después de mi primer año universitario en California. Tenía todas las intenciones de solo estar en Salem por una temporada mientras encontraba otra universidad para empezar mi carrera de enfermería.


A los cuantos días de estar de regreso, una amiga y yo salimos a tomar un cafecito. Después de varias horas de platicar, me invito a un viaje de los jóvenes de la iglesia ese mismo fin de semana. ¿Y pensé, bueno, porque no?


Así que con dos días de anticipación me preparé para ese viaje y cuando llegó el día del viaje, resultó que Carlos y yo viajaríamos en el mismo carro con nuestros amigos.


Nunca me imaginé que sería allí donde iniciaría mi historia de amor con Carlos. Durante el fin de semana del viaje, Carlos y yo hablamos muy pocas veces. Y las pocas veces que conversábamos, nos pasábamos riendo. Él, por las historias chistosas que le contaba y yo de los nervios.


Recuerdo haber pensado al final del viaje. . . me quiero seguir riendo con él.


Y aunque deseaba eso, 
no se me hacía lógico que volveríamos a pasar tiempo juntos.


A una semana del viaje, Carlos me escribió y me dijo algo como que la próxima vez que lleves a Duvalin a caminar, me invitas e inmediatamente supe qué le gustaba porque quien te escribe para decirte que lo invites a caminar con tu perrito, cuando sabes que ni le gustan los perros. Cada día le recuerdo a Carlos que gracias a mi Duva estamos aquí.


Hablamos unos días y Carlos me invitó a salir a nuestra primera cita un lunes 16 de septiembre. Estaba extremadamente nerviosa todo el día, pero cuando miré que Carlos estaba más nervioso que yo, me relajé. Me invitó a ver un partido de fútbol de un equipo de la escuela cerca de mi casa. Fue una primera cita muy diferente, pero nuestras conversaciones en persona fluían igual de natural como por mensajes. Nuestra segunda cita fue aún más especial, me llevó a caminar en una colina y desde allí, nos tocó ver el atardecer. Quizás suene como algo muy ordinario, pero para mí fue lo más bonito compartir un atardecer juntos.


Duramos varios meses saliendo juntos y conociéndonos, y a veces se me hacía eterno que aún no me pedía ser su novia. Pronto aprendí que a Carlos le gusta tomarse su tiempo. Por fin, el 14 de diciembre me pidió que sí quería ser su novia. La manera en la que surgió la conversación no fue muy romántico, yo pensaba que ya no iba a continuar nuestra relación porque yo tenía planes de irme a Perú por unos meses para trabajar con niños en un orfanato. Le dije que si no quería continuar nuestra relación me avisara porque yo entendía que sería difícil estar en una relación a larga distancia cuando apenas llevábamos unos meses saliendo juntos. Carlos me respondió que el tenía planes de pedirme que fuera su novia. Jajaja, así que me preguntó. Esa noche, cambié su contacto en mi celular de Carlos a El Novio.

Lo que me atrajo a Carlos fue que estaba alto y guapo, me hacía reír, jugaba fútbol, y le gustaban los atardeceres. Pero lo que me enamoró de él fueron sus valores, su paciencia, su gran corazón y la manera en que él refleja el amor de Dios en mi vida.

Nuestro noviazgo ha sido una etapa muy hermosa. Durante los últimos cinco años hemos tenido la oportunidad de conocernos mas, crecer, aprender, trabajar, y viajar. Y aunque en muchas ocasiones nuestro noviazgo se sentía alargado, no cambiaría las cosas. El tiempo de Dios es perfecto. 

Así fue el comienzo de nuestra historia juntos y desde un principio entendimos que Dios cruzo nuestros caminos y que las casualidades no existen. 

El deseo que tuve a los 19 años de seguir riéndome con él…también se convirtió en realidad.

Y ahora tendré el honor de reírme con él
por el resto de mi vida.


Xxx, 
Yessenia




POV: EL NOVIO

El momento en que conocí a Yessi no sé exactamente cuándo fue, pero me alegra saber qué sucedió. La primera memoria que tengo de Yessenia es en la iglesia, con un vestido blanco, cargando un osito de peluche y chupándose el dedo. Yessi y yo crecimos en la iglesia, así que podemos decir que fue Dios quien nos unió. Recuerdo a mi Yessi como una muchacha alegre, siempre con una sonrisa, con un espíritu aventurero. Y yo, siendo una persona muy tímida, la verdad me intimidaba al estar alrededor de ella. Ahora Yessi me reclama porque no le hablaba en el grupo de jóvenes y no es que no quería, sino que no me salían las palabras cuando ella estaba cerca de mí. Se podría decir que era una amistad así como de lejos la que teníamos ella y yo. Recuerdo que cuando ella estaba en la universidad en California, yo subía muchas fotos de atardeceres a mis historias de Snapchat y Yessenia siempre era una de las primeras en reaccionar y después de ahí surgían conversaciones. Y no es por nada, pero recuerdo que cuando platicábamos durábamos horas platicando y no sé cómo explicarlo, pero como que se sentía bien el platicar con ella, daba gusto el saber como estaba y como le iba en a escuela, pero la verdad nunca pensé que llegaría a mucho más, ya que estábamos en puntos muy diferentes en nuestras vidas.

Aunque estábamos en etapas muy distintas de nuestras vidas, fue un viaje que hicimos con amigos mutuos donde nos volvimos a reconectar así en persona. Yo trabajaba y Yessi con eso de que volvía a la escuela porque creo que se había tomado un break. En ese viaje recuerdo que igual, Yessi se la pasaba hablando y yo nomás riendo. No recuerdo haberme reído tanto de sus historias y ocurrencias. Fue en ese momento donde me dije a mí mismo la vida con Yessi no sería nada aburrida y así nomás quedo. Durante el viaje no platicamos mucho más por mi timidez que ni por otra cosa y pues así quedo.

A los pocos días del viaje, Yessenia subió una foto de su perro Duvalin. Yo no soy fan de perros, pero ahí vi la oportunidad de empezar una conversación. En una de las pocas conversaciones que tuvimos durante el viaje, Yessenia me platicó que su perro Duvalin tenía pulgas, entonces yo le escribí bromeando algo acerca de que lo bañara y que cuando ya no tuviera pulgas me invitara a llevarlo a caminar. Y de ahí empezó todo.

Así que cuando vean a Duvalin agradézcanle, porque por él estamos aquí.

Curiosamente, nuestra primera cita no fue para llevar a caminar a Duvalin. Nuestra primera cita fue para ver un partido de fútbol. Lo menos romántico que se me pudo haber ocurrido, eso fuimos a hacer. Aparte de pasar buen tiempo juntos esa noche recuerdo que lo mejor que paso fue cuando íbamos de regreso a dejarla a su casa. Cuando nos despedimos con un saludo de manos, justo cuando se bajaba que me dice: “Me avisas si quieres salir otra vez”.
No dejé que mi rostro lo demostrara en ese momento pero fue un gusto saber que le había gustado el tiempo que habíamos pasado juntos y que ella quería que sucediera otra vez. Y de ahi despegó nuestra amistad. Salimos un montón de veces, casi a diario. Después de dias largos de trabajo me salía la energía para echarme un baño e ir a verla. Creo que hemos disfrutado esta etapa de novios al maximo. Yessenia me sacó ese espíritu aventurero que nunca sabia que tenía. Hemos viajado y conocido muchos lugares. El conocer nuevos lugares con ella se ha vuelto unas de mis hobbies favoritos.

El estar con Yessenia es lo mejor. Ya hasta los días que no pasamos juntos los siento como días desperdiciados. La verdad que ningún momento con ella ha sido aburrido. Ni cuando le pregunte que si quería ser mi novia y eso que se lo pregunte cuando lloraba. Lloraba no porque le había hecho algo yo (que quede claro eso) sino que ella tenía planes de irse a Peru como misionera unos meses y le deba tristeza que se iba ir y yo quedarme aquí. Y para consolidar nuestra relación en ese momento le pregunte que si quería ser novia. Cambio sus lagrimas de tristeza por unas de gozo. Llego la pandemia y todo esos planes planes cambiaron. Ahi nos dimos cuenta que Dios tiene mejores planes y que nuestros planes no son sus planes. Doy gracias a Dios por Yessenia. No tengo duda de que fue Dios quien la puso en mi vida y que la puso en el momento exacto.

Ahora no queda mas que disfrutar esta etapa
- Carlos